viernes, 6 de febrero de 2015

Y aunque cansada esté.



Aquí estoy llorando de nuevo, y aunque el llanto es de desdicha me siento la mujer más afortunada del mundo. Por el simple hecho, de poder levantarme en las mañanas seguir riendo igual como antes, lo hacia sonreír a la gente, siendo amable. Estoy orgullosa, de mí. No quisiera presumir pero ¿Para qué? Si, me costo tanto llegar en este momento. Y todavía no estoy bien. Pero tan solo con sonreir, con las lagrimas estoy orgullosa de mí. Aunque cansada esté, yo lo logró. Siempre, gracias a que hay un Dios y un universo. Aunque cansada esté, yo sigo corriendo, aunque mis pies duelan o esten sangrando yo seguiré la carrera final si o si. Yo sé en mi mente, que esa es la carrera de la vida.

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